"La
hombría se definía tradicionalmente en términos de fuerza y competencia, ya
fuera en el trabajo, en las relaciones sexuales o en el deporte. [...] A muchos
hombres en la actualidad les resulta evidente que la vida no se resume en una
competición deportiva que hay que ganar sea como sea, que las mujeres no son
rivales a quienes es preciso superar. Llorar es lícito, y es importante
encontrar el punto de equilibrio con nuestros semejantes femeninos –
sean
amantes, esposas, compañeras de trabajo o amigas".
Donald Bell.
Ante la
cercanía del festejo del Día del Padre, cabe la reflexión sobre las
transformaciones que estamos presenciando en las instituciones para impulsar
las políticas de equidad de género, llama la atención la apertura a festejar a
los padres como parte de las acciones en torno a la igualdad. Nos preguntamos
qué tanto se puede generar igualdad y en qué, cuando se sólo se convierte en
una felicitación que se agrega en el calendario laboral.
Recordemos
que a los padres se les festejaba en formas austeras y en privado, no era
motivo de un especial pronunciamiento o gasto de las empresas, universidades,
escuelas públicas, instituciones gubernamentales y otros espacios. Incluso
representantes del comercio, declaraban que no era un día de grandes ventas,
aunque se hiciera propaganda en los medios. Tradicionalmente el padre mexicano
era y sigue siendo señalado como autoritario, violento, machista y ausente, por
lo tanto no falta quien diga ¿qué exactamente festejamos?.
Sin duda
subyace un esquema patriarcal, en el que se trataba de festejar a la paternidad
o la maternidad como un mero acto biológico, por dar el milagro de la vida, no
obstante la dimensión de tener hijos va más allá de ese momento de procreación,
es una labor cada vez más compleja, en una sociedad moderna, pos-moderna y
global. Hay muchas voces que claman por analizar la paternidad de otra manera,
pues se trata de una relación que implica cuidado de los hijos y construcción
de afectos intergeneracionales en una interacción permanente a lo largo de la
existencia.
Los estereotipos de género siguen
dominando en los medios y en los festejos institucionales, porque realmente no
hay una reflexión sobre los cambios en la paternidad y sobre lo que ello
implica en los cambios en la masculinidad hegemónica. Lo cierto es que están
emergiendo poco a poco, las nuevas masculinidades, de hombres que están a favor
de la igualdad de género y también otros neomachismos, los llamados nuevos
hombres son los que enfrentan en forma crítica los estereotipos aprendidos en la
vida cotidiana. Estos hombres no se sienten devaluados por hacer trabajo
doméstico o cuidar niños. Bañar bebés, cambiar pañales; atender y cuidar a los
hijos en sus tareas o cuando están enfermos;
cocinar, planchar, lavar, fregar platos y el retrete, no son tareas que
asuman como una tarea exclusiva de mujeres, sino como trabajos que se comparten
y se realizan para dar confort y calidad a la vida de la familia.
Es importante
visualizar estas nuevas identidades de hombres, para favorecer su reproducción en
los ámbitos educativos familiares y laborales, así como en los medios de
difusión. Estas nuevas identidades las están descubriendo y definiendo de
muchas formas los estudiosos de género, donde no dejan de ser una novedad, para Coral Herrera:
Los nuevos
hombres […] porque son más autónomos, se trabajan las emociones, se comunican
mejor. No necesitan criadas y por eso no "ayudan" en casa, sino que
asumen su responsabilidad total sobre las tareas domésticas y disfrutan de su
paternidad.[…] no sufren tanto como los hombres tradicionales, son más
creativos en la construcción de su identidad, y viven su masculinidad con más
libertad y alegría. Supongo que es porque no se sienten tan presionados para
mostrar su virilidad continuamente, como les sucede a los varones patriarcales.
La española
Marina Subirats, que ha hecho estudios de género por décadas, insiste en el
trabajo cultural y re-educativo que el estado y las familias, deben promover
para cambiar las ideologías masculinas patriarcales actualmente dominantes,
reconociendo que son transformables y que promover la igualdad de género
equivale a trabajar también con los hombres, no solo con las mujeres: “Hay que
mostrar que la forma actual de la masculinidad no es sino una forma histórica,
modificable y no necesaria y hay que encontrar caminos para proceder a esa
modificación. (…) Instalados en una posición social de dominio –en relación a
las mujeres- a los hombres no les ha sido preciso analizar sus formas de
comportamiento, sus problemas, sus reacciones, y tienden a pensar que su forma
de proceder es natural, espontánea, derivada de su personalidad,
comportamientos y actitudes percibidos como intocables.”
En España ya
existen desde hace años, talleres para que los hombres desarrollen habilidades
para el trabajo doméstico. También han impulsado nuevas metodologías para que
enfrenten su problema con la violencia de género. Es decir están trabajando en
la inclusión de los hombres en la construcción de políticas pro-igualdad.
Sin duda el
reto de incrementar la presencia de nuevos hombres, no es un asunto privado,
sino público. También es un asunto que promueve nuevas prácticas y leyes, ya
que se puede generar igualdad en las organizaciones laborales cuando enfocamos
el cuidado de los hijos de otra manera,-no solo como un asunto de mujeres-.
Ahora mismo, se aborda en forma segregada el cuidado de los hijos, delegando
esta tarea a las mujeres.
El avance de
la igualdad en tareas de cuidado de los hijos es difícil de calcular, se puede
apreciar cuando se reconoce en los contratos, que los hombres igual que las
mujeres, tienen deberes en la crianza de los hijos y por lo tanto derecho a
permisos para brindarles cuidados. Es muy interesante ver los días que otorgan
como permiso de paternidad en los países que ya incorporan esta prestación de
algún modo en su legislación laboral. En un estudio de la Organización
Internacional de Trabajo (OIT), que
revisó 187 países del mundo se encuentra la siguiente situación:
DÍAS
LABORALES QUE POR LEY SE CONCEDEN A
LOS TRABAJADORES POR CONCEPTO DE CUIDADOS PATERNOS DE LOS HIJOS
|
|
Estados Unidos de América
|
84
|
Islandia
|
90
|
Noruega
|
112
|
Suiza
|
70
|
Reino Unido
|
14
|
Francia
|
11
|
España
|
15
|
Australia
|
14
|
Nueva Zelanda
|
14
|
Brasil
|
5
|
Argentina
|
2
|
Paraguay
|
3
|
Chile
|
5
|
Perú
|
4
|
Colombia
|
8
|
El Salvador
|
3
|
México
|
0
|
Kenya
|
14
|
Siria
|
6
|
En México
tenemos aún muchos retos para el desarrollo de políticas públicas que incluyan
enfoques de igualdad, que coloquen en la agenda, con decisión, acciones para la
transformación de las viejas prácticas patriarcales. En este sentido, la
celebración y los regalos que se otorgan en las instituciones para “los papás”,
apenas llegan a enunciar un incierto festejo de la procreación, pero carecen de
contenido innovador, en tanto no logren posicionar esta fecha como parte
de un programa más amplio y más claro dentro
de las políticas de igualdad de género.
Por el contrario lo que se hace es una simulación de avances de género
que obscurecen aún más el panorama de la desigualdad.
La demanda de
permisos de paternidad no está siquiera en el imaginario de muchos hombres
mexicanos, que apenas tienen trabajos informales. Tampoco se avanza en la
plataforma de las grandes centrales de trabajadores, reacias a las políticas de
igualdad de género. Cierto es que los mayores avances se advierten en las
unidades de género de diversas entidades gubernamentales que inician un
acercamiento al tema, dentro de sus comités de desarrollo de una nueva cultura
institucional, que van aprendiendo y capacitando para contar con miradas
críticas a los estereotipos de género, así como a la comprensión de las nuevas
paternidades. No obstante, a la hora del festejo de los “papás”, enfrentan la
falta de referentes, apoyos y recursos para hacer un mejor trabajo. Se vacila entre el populismo de un festejo
masivo y carente de contenido o bien,
-de contar con algún recurso económico-, los eventos apenas se acercan a
sensibilizar a los hombres sobre su paternidad.
El silencio y
la omisión del estado al respecto, o la reproducción incontrolable de
estereotipos masculinos tradicionales desde los medios de comunicación, afectan
el avance efectivo en las políticas de igualdad de género.
[i] Puede consultarse en línea http://www.ilo.org/global/topics/equality-and-discrimination/maternity-protection/publications/maternity-paternity-at-work-2014/lang--en/index.htm
[1] Coral Herrera Gómez, http://blogs.elpais.com/eros/2013/09/los-nuevos-hombres-nos-gustan-a-las-nuevas-mujeres.html
[1] Puede consultarse en línea http://www.ilo.org/global/topics/equality-and-discrimination/maternity-protection/publications/maternity-paternity-at-work-2014/lang--en/index.htm