“Se
entiende por violencia contra la mujer: todo acto de violencia sexista que
tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psíquico,
incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad,
ya sea que ocurra en la vida pública o la privada.”
ONU-MUJERES.
Fue un 25 de noviembre
cuando por órdenes del dictador Leónidas Trujillo en República Dominicana, fueron
asesinadas las hermanas Mirabal: Patria, Minerva y Ma. Teresa, quienes luchaban
por la democracia en ese país y por ello fueron sacrificadas. La población se
indignó en formas sorprendentes, al grado que se considera que fue eso lo que
llevó a la caída del dictador Trujillo en 1961.La fecha ha sido retomada por
las y los feministas y luchadores por los derechos humanos y posteriormente por
la Organización de las Naciones Unidas,como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer,
un día para sensibilizar en todo el mundo, en torno al grave problema de la
violencia contra las mujeres. Se trata de que los medios, las escuelas y todas
las instituciones y los ciudadanos tomen conciencia de la importancia de
promover acciones para erradicar la inaceptable violencia contra las mujeres y
las niñas. Actualmente, según la ONU, es un problema grave y global: en el
mundo, 1 de cada 3 mujeres ha soportado violencia física o sexual,
principalmente por un compañero sentimental; cerca de 120 millones de niñas han
sufrido relaciones sexuales forzadas en algún momento de sus vidas; y 133
millones de mujeres y niñas se han visto sometidas a la mutilación genital
femenina.
Las particularidades de la
violencia contra las mujeres en América Latina son alarmantes y en México y en
San Luis Potosí también son preocupantes. Según datos de ONU Mujeres México,
INEGI y de la Secretaría de Salud (SSA)siete mujeres mueren al día en nuestro
país víctimas de homicidio.En San Luis Potosí, según el Instituto de las
Mujeres en 2013 se acercaron a pedir ayuda 17 mil 874 mujeres por diferentes
tipos de violencia en su contra y hasta
octubre de 2014, se han acercado 22 mil
306 mujeres, lo cual muestra el incremento notable de casos de violencia.
Según los resultados de la
Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares ENDIREH 2012,
diferentes tipos de violenciaque suceden en la casa y la familia, la escuela,
el trabajo o la calle, atraviesan y afectan la vida de las mujeres.Así, de la
encuesta aplicada, un47 por ciento de las mujeres de 15 años y más sufrió algún
incidente de violencia por parte de su pareja (esposo o pareja, ex-esposo o
ex-pareja, o novio) durante su última relación. Las entidades con altos índices
de violencia de pareja son en primer lugar el Estado de México, con 57.6%;le
siguen Nayarit (54.5%), Sonora (54.0%), el Distrito Federal (52.3%) y Colima
(51.0%). La entidad con menor prevalencia de violencia de pareja es Chiapas,
con 31.6%.
Se denota asimismo la
existencia de hombres que maltratan emocionalmente a las mujeres a lo largo de
su vida:la encuesta muestra que 4 de cada 10 mujeres en México (43.1%) han sido
humilladas, menospreciadas, encerradas por sus parejas, quienes les han destruido sus cosas personales o del
hogar, las vigilan, las amenazan con irse de la casa, o con correrlas de la casa o con quitarle a
sus hijos; o que las han amenazado con
algún arma o con matarlas o que también les han dicho que ellos se matarían.
Respecto a violencia
económica: 2 de cada 10 mujeres en México (24.5%) han recibido reclamos por
parte de su pareja por la forma en que gastan el dinero, o bien que les han
prohibido trabajar o estudiar, o les han quitado su dinero o sus bienes.
Los datos de la violencia
física y sexual que ejercen hombres contra sus parejas se aprecia en que a 14
de cada 100 mujeres en México (14.0%) su pareja la ha golpeado, amarrado,
pateado, tratado de ahorcar o asfixiar, o agredido con un arma. Asimismo 7 de
cada 100 de las mujeres encuestadas(7.3%),señalan que sus parejas les han
exigido tener relaciones sexuales, sin que ellas quieran, o las han obligado a hacer
cosas que no les gustan.
En San Luis Potosí 239 mil
mujeres de 15 años o más, casadas o unidas, han sufrido violencia de parte de
sus parejas, de ellas, el 23.3% han recibido violencia extrema a lo largo de su
relación y 21.3% en los últimos 12 meses; mientras que a nivel nacional el dato
se centra en el 16.2% y 14.7%, respectivamente. En esa misma encuesta se
detalla que a51.5% las han pateado, amarrado, tratado de ahorcar o asfixiar,
agredido con cuchillo o navaja o disparado con un arma, 37% han requerido de
atención médica o psicológica, a 30.1% las han obligado a tener relaciones
sexuales, 29.3% han sufrido cortadas, quemaduras, pérdida de dientes,
fracturas, abortos, y aún más, inmovilidad de alguna parte de su cuerpo o el
fallecimiento de algún integrante del hogar. Por último, 15 mujeres de cada 100
su pareja se ha adueñado o le ha quitado dinero, bienes (terrenos, propiedades,
etc.).
También las encuestas
muestran el miedo, la pena o la falta de información de las mujeres que han sido víctimas de
violencia, para pedir ayuda a alguna institución. A nivel nacional solo 9.2% de
las mujeres casadas o unidas se han acercado a una autoridad a pedir ayuda.
Cuándo se les preguntó a las
encuestadas casadas por qué no pidieron ayuda, se advierte que
persiste en ellas la naturalización de la violencia como parte de la
relación de pareja. Creen que: se trató de algo sin importancia o que él no va
a cambiar (73.8%), por vergüenza o para que su familia no se enterara (10.8%),
por sus hijos o porque su familia la convenció de no hacerlo (9.4%), porque él
le dijo que cambiaría o porque piensa que su pareja tiene derecho a reprenderla
(9.1%), por miedo (8.0%), porque no sabía que podía denunciar (6.1%) y porque
no confían en las autoridades (4.3%).
Los datos anteriores nos
muestran la complejidad de la violencia de género, en donde uno de los mayores
retos siguen siendo las creencias y estereotipos de género.
No obstante, en México se
han dado primeros pasos a partir de que contamos con la Ley General de Acceso
de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV) desde 2007, y una correspondiente
Ley Estatal para el Estado de San Luis Potosí que se aprobó en 2008.
Enfrentamos aún retos significativos de armonización jurídica y mayores aún, respecto de la preparación
y el compromiso de los servidores públicos para actuar con perspectiva de
género, cuando se trata de hacer justicia a las mujeres que han sido víctimas
de violencia.
Una veintena de
instituciones de la entidad potosina, participan de diversas formas para
aprender a intervenir en casos de violencia contra las mujeres, desde el marco
de la nueva Ley LGAMVLV. También en la academia, desde 2012, El Colegio de San
Luis, ofrece capacitación para identificar y actuar para eliminar la violencia
contra las mujeres a partir de cinco protocolos: uno orientado a la prevención
integral de la violencia, pues partimos de la idea de que la educación es la
mejor forma de prevenir especialmente con las nuevas generaciones; otro protocolo
es para el primer contacto para dar una atención y refugio adecuado, respetuoso
y cálido a las víctimas; otro para aprender los rasgos de un acompañamiento
legal de calidad; otro para saber de los estereotipos masculinos que fomentan
la violencia y desde el cual repensamos en las posibilidades de rehabilitación
de algunos agresores que desean cambiar y mejorar sus relaciones familiares y finalmente
un protocolo para brindar contención emocional a los servidores públicos que
trabajan en intervenciones directas con víctimas de violencia, con el objeto de
que las instituciones cuiden la salud mental y emocional de su personal.
Asimismo el COLSAN ofrece dos sitios web educativos que contribuyen a ampliar
los conocimientos de interculturalidad, género, así como un sitio que ofrece
investigación, documentos y estudios sobre violencia sexual y trata de personas
en San Luis Potosí.
Sin duda, hay mucho camino
por andar en las políticas públicas para atender la seguridad y prevenir las
violencias en México, hay que atraer mayores recursos, y será un trabajo
titánico desnaturalizar la violencia contra las mujeres en un país donde muchos
piensan que el machismo es orgullo nacional. Hombres y mujeres tenemos mucha
tarea para generar cambios de creencias, en contextos adversos de un país con pobreza,
violencias diversas y rezago educativo. Por ello, debemos actuar
permanentemente y no solo en el mes de noviembre.
Los datos demuestran que la
violencia contra las mujeres es un problema social en San Luis Potosí, por
ello, además de llamar a la comunidad a “Pintarnos de naranja” para apoyar la campaña
mundial de la ONU, me permito recordar que hay casos emblemáticos de feminicidios
de niñas y jovencitas,que han lastimado profundamente a la sociedad potosina y
que esperan de las autoridadesel bálsamo de la justicia. En la academia nos
preguntamos por qué el silencio y que se está haciendo para sancionar y evitar
los feminicidios. Las familias que están sufriendo por las pérdidas de Karla
Póntigo y de las niñas de Tamuin, violadas, torturadas y asesinadas con extrema crueldad, se
preguntan con toda legitimidad, cómo están las investigaciones, cuándo se les
hará justicia. Respuestas honestas y no el silencio, serán la mejor forma de
fortalecer la credibilidad en las instituciones.
Referencias:
Sitios de El Colegio de San
Luis sobre interculturalidad y género; violencia sexual y trata de personas:
Los
lectores también pueden profundizar en el Sistema de Indicadores de Género
(SIG) del INMUJERES, siguiendo la liga:
http://estadistica.inmujeres.gob.mx/formas/convenciones/Nota.pdf
http://estadistica.inmujeres.gob.mx/formas/temas_descripcion.php?IDTema=4